Si bien ya es un reto alimentar a los pequeñajos, saber si lo hacemos de forma correcta o al menos saber que lo intentamos, cuando nuestros hijos están apuntados a actividades extraescolares deportivas. Actividades aeróbicas como fútbol, baloncesto, patinaje, natación, el reto y la duda es aún mayor por el gasto energético que conlleva.
Y sí es cierto que tenemos que tener más cuidado a la hora de planificar sus comidas durante el día, no con ello estoy diciendo que seremos eternos esclavos de la cocina y de su alimentación, porque la clave, y lo diré mil veces, está en la planificación y en el cambio de hábitos para toda la familia.
Cuando la familia en pleno logra mantener unos hábitos saludables es más fácil llevar las pautas que requieren nuestros chiquitines para cubrir todas sus necesidades de crecimiento sumando la demanda académica y deportiva.
El ejemplo comienza por casa y esto aplica en todos los sentidos...
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